Cada noche rezo, bueno no lo llamaría rezar, "hablo" con mi madre, le cuento lo que me pesa, lo que me alegra y mis esperanzas. Le pido que proteja a mi padre, a mi hermana, a nuestras parejas... y le doy bastante la "lata" relatándole mis días. Lo triste es no recibir después, un consejo o un abrazo. Pero es bastante parecido a cómo era antes yo hablaba y hablaba y tu siempre me escuchabas sin interrumpir cualquier cosas que te contara.
A veces le "hablo" con todo el respeto del mundo, a la madre de M.A. le digo que aunque ya no hablemos, ni nos veamos, no me arrepiento de haber conocido a una persona como él. Le digo que lo siga protegiendo, que lo ayude a conseguir todas sus metas como hasta ahora, que ponga en su camino la mujer perfecta para él que lo quiera con todo su alma y le dé la estabilidad total.
Para mí, esto es mucho más que rezar un padrenuestro o un avemaría a nuestros seres queridos fallecidos, eso me parece muy frío. Yo le hablo y después, sí , rezo un padrenuestro como mucho para finalizar.
Y que espero que haya otra vida mejor que ésta, porque se lo merecen todos los que han sufrido y nos han dejado tan jóvenes Quiero creer que haya una ENERGIA, DIOS o un algo que les suponga la plenitud como el "premio" final por haber tenido que pasar por esta vida que todos conocemos.
----
No hay comentarios:
Publicar un comentario